Todos sabemos los beneficios que tiene realizar ejercicio y entrenar para la salud de las personas,  pero también, es  importante recordar que puede suponer un estrés y aumentar el riesgo de lesión, ya sea agudo o como resultado del desgaste a largo plazo.

Para poder mitigar el índice de lesiones articulares, hay varias cosas que podemos hacer antes y después del entrenamiento.

Lo primero es hacerse algunas preguntas clave como:

  • ¿Cuántos días entrenas a la semana?
  • ¿Programas tus sesiones de movilidad y Rehabilitación?
  • ¿Cuántas repeticiones haces?
  • ¿Cómo lo integras con tus sesiones de fuerza o el deporte que practicas?

Las principales causas de lesiones articulares son:

  1.     Mala técnica o planificación inadecuada del entrenamiento.
  2.     Sobreuso de articulaciones.
  3.     Cambios de dirección o velocidad repentinos para los que nuestros tejidos no están preparados.
  4.     Caídas u otro tipo de traumatismos.
  5.     Impactos y patrones de movimientos repetidos una y otra vez.

 

Prevención de Lesiones Articulares

La realidad es que no existe la fórmula mágica que nos asegure la prevención de lesiones articulares, puesto que en algún momento de nuestras vidas, se puede presentar alguna pequeña lesión. Pero si sería recomendable tener en cuenta las siguientes consideraciones:

1. Necesitas una valoración previa: 

Esto te va a permitir saber cuál es tu punto de partida. Necesario para saber cuáles son los aspectos que hay que trabajar y no exceder la capacidad que ahora mismo puede soportar tu cuerpo.

2. Ten el objetivo claro: 

Y para eso, necesitas la ayuda de un profesional cualificado.

Cuando entrenamos queremos conseguir resultados muy rápidos. Cuidar de tu cuerpo es un objetivo a largo plazo, que requiere crear un mapa de ruta para cuidar las cargas de entrenamiento, tiempos de descanso. En definitiva, saber que necesita el cuerpo en cada momento

3. Atiende al deporte que estás practicando:

Esto es muy importante porque para poder hacerlo de una forma segura, necesitamos saber cuáles son las demandas que este exige a nivel de movilidad.

4. Atiende a las señales que te manda tu cuerpo, no esperes a tener dolor. 

Movernos de una forma consciente y entendiendo el movimiento, nos permite aprender mejor como tener que realizar determinados movimientos y mandar los mensajes a tu cerebro y  para que pueda crear líneas de ruta seguras.

5. Entrena con buena técnica antes que con cargas externas.

Queremos hacer mucho y muy pesado en poco tiempo. Lo más importante es entender qué estamos haciendo y qué necesita nuestro cuerpo para poder realizarlo correctamente. Si nos saltamos este paso, haremos que nuestro cuerpo no aprenda correctamente y adquiera patrones de movimiento erróneos.

6. Siente lo que estás haciendo.

Es la forma que tienes de hablarle a tu cuerpo. Como estés sintiendo la activación es lo que va a hacer que el sistema nervioso reciba la información correcta y aprendamos de una mejor forma para ir adquiriendo nuevas habilidades. Esto lleva tiempo, pero marca la diferencia en los entrenamientos.

7. Muévete en tres dimensiones.

Nuestro cuerpo está diseñado para moverse y moverse mucho. Es importante explorar todos los rangos de movimientos en diferentes planos. Esto nos va a dar una oportunidad para tener acceso a más movimientos, mejorar rangos de movimiento y además tener una mejor percepción de nuestro cuerpo en el espacio para responder frente a cualquier circunstancia.

8. Mantente hidratado y come lo mejor posible. 

9. Tienes que saber cuando parar: 

Entrenar con dolor cuando lo que buscamos es salud, es algo que seguramente no quieras y tienes que entender que no es normal. Recupera, entiende a qué se debe ese dolor y adapta cuando lo necesites.

10. Descansa:

El descanso es una necesidad fisiológica y también mental para que el cuerpo se recupere del estrés al que estás sometiendo. Es el momento en que el cuerpo se adapta y tiene efecto el estímulo al que estamos sometiendo a nuestro cuerpo durante los entrenamiento.

No hacerlo, puede llevar al sobreentrenamiento y es más complicado recuperarse de ello y a largo plazo, puede acabar en lesión.

Espero que estos 10 puntos te ayuden a minimizar el riesgo de lesiones articulares y estar preparado lo mejor posible cada día.